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"Solamente descansaré el día que esté nuevamente al lado de mi hija"

OJALÁ NOS ALCANCE LA VIDA. HISTORIAS DE VIDA DE PERSONAS MAYORES VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO

PRIMERO QUE NADA … PÁRATE A PENSAR

Lee de nuevo detenidamente el título “Solamente descansaré el día que esté nuevamente al lado de mi hija”, reflexiona y contesta las siguientes cuestiones:

INTRODUCCIÓN

En Colombia existe un conflicto armado desde hace más de 60 años, que persiste, a pesar de encontrarse actualmente el país en una fase de post-acuerdo, después del proceso iniciado a raíz de los acuerdos de paz alrededor del año 2016. Muchos adultos mayores han vivido en sus propias carnes y en las de sus familiares más queridos las atrocidades de esta cruenta guerra.

No es lo mismo vivir y ser víctima del conflicto cuando se es una persona mayor que cuando se es joven o de mediana edad. Por otra parte, las personas mayores tienen un valioso conocimiento y experiencia que puede ser de gran utilidad a las generaciones posteriores.

Con esto en mente, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) de Colombia, junto con la Corporación Asuntos mayores (COASUMA) y HelpAge International Colombia llevaron a cabo el Proyecto OJALÁ NOS ALCANCE LA VIDA. HISTORIAS DE VIDA DE PERSONAS MAYORES VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO. Este proyecto dio voz a historias de adultos mayores víctimas del conflicto, que se concretaron en una publicación de 2017 del mismo título, disponible en Internet en la siguiente dirección:

Libro "Ojalá nos alcance la vida"

Vas a conocer a continuación la historia de Blanca Nubia Díaz, que tenía 69 años en 2017, año en el que se publicó este testimonio. Se trata de una mujer de la etnia wayúu, originaria de La Guajira, víctima del conflicto armado colombiano.

LECTURA REFLEXIVA

Accede al documento de lectura, en el enlace titulado "Solamente descansaré el día que esté nuevamente con mi hija", para leer la historia de Blanca y su familia, víctimas del conflicto armado.

Responde a las siguientes cuestiones. Si algunas preguntas no te quedan claras después de la lectura, puedes terminar de completarla después de escuchar la recreación oral de la historia:

  1. ¿Cuáles son las principales causas que provocaron el inicio de la violencia y el conflicto armado en La Guajira? ¿Qué grupos armados fueron los principales actores?
  2. Investiga qué significan los siguientes términos que aparecen en el texto y explica brevemente su significado con tus propias palabras:
    1. Wayúu
    2. Piachi
    3. Chirrinchi
    4. Jepirrá
    5. Chinchorros
    6. Friche
  3. ¿Para qué necesitaba Irina recaudar dinero el día en que murió y cómo pretendía obtenerlo?
  4. La conmemoración del primer aniversario de la muerte de un familiar es muy importante para la etnia wayúu. ¿Por qué?
  5. ¿A qué se dedicaban la madre y el padre de Irina en Riohacha?
  6. Según el relato de Blanca, ¿cuál era la cualidad más característica que diferenciaba a Irina de las demás niñas de su edad?
  7. ¿Cómo supo Blanca que su hija había sido torturada y violada en el momento de du muerte?
  8. ¿Por qué se sintió Blanca desamparada por las autoridades?
  9. ¿Cuáles fueron las razones que llevaron a Blanca a desplazarse a Bogotá con su hijo Daniel?
  10. ¿Qué dificultades afrontaron Blanca y su hijo en la gran ciudad?
  11. ¿Quiénes fueron los perpetradores del asesinato de Irina?
  12. ¿Por qué han resultado impunes quienes cometieron el asesinato de Irina?
  13. Blanca Nubia Diaz y su familia son víctimas del conflicto armado colombiano, en más de un sentido. Resume en un breve relato los diversos hechos y circunstancias que convierten a Blanca en una víctima del conflicto a varios niveles.
  14. Expresa tus conclusiones personales respecto a la conmovedora historia de Blanca.
  15. Haz una tarea interactiva de vocabulario accediendo al enlace ACTIVIDAD DE VOCABULARIO (debajo).

RECREACIÓN SONORA DE LA HISTORIA

Ahora, escucha atentamente esta recreación sonora de la historia, disponible en el enlace "Recreación sonora de la historia". Si no lo has hecho ya, completa las preguntas de la sección anterior. Y responde a las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuáles son las razones que hacen que ni Blanca ni su hijo Daniel confíen en el esclarecimiento de los hechos del asesinato de Irina? ¿Por qué no creen que se vaya a hacer justicia en este caso?
  2. Cuando Blanca se ve forzosamente desplazada a Bogotá, ¿por qué no se siente ni a gusto ni adaptada?
  3. Explica algunas características de la forma de hablar de Blanca y Daniel que la distinguen de un lenguaje formal o estándar.

TRANSCRIPCIÓN DE LA NARRACIÓN

El Centro Nacional de Memoria Histórica y la Corporación Asuntos mayores, con el apoyo del Gobierno de Canadá y la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, presentan

OJALÁ NOS ALCANCE LA VIDA. HISTORIAS DE VIDA DE PERSONAS MAYORES VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO.

“No descansaré. Solo descansaré el día que esté nuevamente al lado de mi hija”.

Colombia tiene 134 grupos de etnia indígena, siendo uno de los más ricos en el planeta. Han sufrido el hostigamiento de todos los grupos armados ilegales y los estamentos nacionales, que no les han dado la protección y seguimiento necesario, provocando que hoy se encuentren en peligro de extinción. Entre esos grupos indígenas, la etnia wayúu, en la península de La Guajira, ha sido afectada gravemente afectada por el conflicto, al ser víctima de masacres y desplazamientos forzados. Desde los años setenta, La Guajira ha padecido un ciclo de violencia, inicialmente a raíz de la “bonanza marimbera”. Desde entonces, allí han arreciado las actividades violentas de carteles de narcotráfico y estructuras paramilitares y guerrilleras.

Esta historia comienza el 13 de junio del 2000, cuando el padre de Irina fue asesinado por paramilitares sin razón aparente. En La Guajira, la comunidad wayúu se prepara para celebrar el primer aniversario de su muerte, con el fin de proporcionarles el camino al “Jepirrá”, al lugar sagrado, y la ascensión a la Vía Láctea, como es la tradición.

“Mamá, mamá, nos vamos hasta Cuestecitas, vendemos este mercado y llego para celebrar el primer aniversario de la muerte de mi padre”.

“Gracias por esta celebración de madre. Cuídese mucho”.

“Mami, no puedo entender qué tengan contra él. Un hombre que solo se ocupó de su comunidad. Ah, y que, además, era el mejor curandero”.

“Ay, Irina, y es posible que no lo sepamos nunca. Estamos abandonados a nuestra suerte. Acá, acá reina es el miedo, el silencio”.

“Todo cambiará, mamá. Ya lo verás”.

“Ay, Irina, usted no sabe lo que me toca escuchar, como traductora para las comunidades que no saben español. Son muchas, abusan, son indolentes con la gente. Todos esos que vienen disque a ofrecer ayuda. Solo ayudan a los armados por la fuerza. Somos humillados, discriminados. Ay, mija, mejor hágale al camino que se hace tarde. Nos vemos”.

“Nos vemos”.

Ojalá nos alcance la vida.

“Mírela bien, agente. Ella es mi hija. ¿Sabe usted si está entre las seis mujeres que mataron en Cuestecitas?”

“A ver, cálmese, señora, ¿sí? Cálmese: ya aparecerá su hija”.

“Yo necesito que usted se comunique con Cuestecitas y averigüe, por favor. ¡Averigüe!”.

“Esa foto me acompañó todos estos años. Nunca pensé que no la volvería a ver. Acá estoy cansada, vieja, enferma, aguantando frío”.

“Solo hay un cuerpo. Mujer indígena, cabello negro. Es blanca”.

“¡Es mi hija! Esa es Irina. ¿Por qué? ¿por qué?”

Tocaba recuperar el cuerpo. Organicé a la familia. Y fue tanta mi insistencia que logré que me dejaran donde estaba enterrada como NN. Pudimos llevarla a Riohacha y enterrarla junto a su padre. Después de dos meses de súplicas. Víctimas del silencio y del miedo impuesto por los paramilitares”.

“Yo me voy con usted para Bogotá, mama”.

“Ah, yo no sé, Daniel. Son tantas las amenazas que se me eriza la piel pensar que nunca se sepa la verdad. En Riohacha nadie hace na’. Todos están untados o asustados”.

“Mamá, si fue Jorge 40. Los panfletos y amenazas vienen de ellos. Pero no podemos seguir así. Vamos, y que Rubén cuide a Lorin”.

“¡Qué frío es este lugar! Ese ruido me tiene la cabeza loca”.

“Ay, mamá, ¿para dónde vamos?”.

“Yo no tengo ni idea, Daniel. Tengamos mucho cuidado. Escóndase en las costillas los papeles de Irina. Ya se perdieron una vez en los juzgados de Riohacha. Y es lo único que tenemos pa’ iniciar el proceso”.

“Seño, buenas tardes”.

“Aquí no hay nada para ustedes, no moleste”.

“Buenas noches, ¿usted puede darme algo de trabajo?”

“No, ustedes no saben trabajar. Solo pedir y pedir y robar, además. Fuera, fuera, fuera. Vamos, vamos, vamos”. 

“Señora, yo soy de bien. Ayúdeme con algo de trabajo pa’ conseguir algo de comer”.

“Fuera, fuera, fuera de mi restaurante”.

“Ay, Dios mío, ay, no me sueltes de tus manos. No puedo volver y dejar las cosas así. Lo natural es que los hijos entierren a sus padres. ¿Por qué me ha tocado enterrar a mi hija? ¿Por qué? Ayúdame, Señor. Ayúdame”.

“Ay, fueron tiempos llenos de humillaciones, de discriminación por ser desplazada. Hambre, frío, dormir en las calles, arropados por cartones. Sin trabajo, por ser vieja y sin pieza por no tener trasteo. En esta ciudad te piden muchas condiciones para pagar un lugar para dormir. Una organización pues me ayudó, para trabajar como cocinera y mi hijo de mesero. Compramos una camita y pudimos dormir así en una piecita alquilada, Ah, la comida en la ciudad es muy rara. Y yo no me he podido gustar esas cosas de aquí. Pero eso… con buena hambre, no hay mal pan. Ay, no, no, no, la persecución llegó a Bogotá. Me raptaron por cuatro días. Yo negué todo, insistí que se habían equivocado. Y me soltaron, por allá, por allá, en las afueras. Cuando volví a la pieza, nos habían echado a la calle. Que porque éramos raros, peligrosos…”.

“Gracias, mama”.

“Tómese esa agua dulce, y váyase pronto. Yo tengo que ir a ver qué ha pasado con el caso de su hermana”.

“Pero ma’, Quico Becerra sabe bien quién y por qué persiguieron a mi papa, abusaron y mataron a mi hermana, pero no van a hablar. Fíjese que está preso y no dice nada. Nosotros no somos dignos de saberlo. Esos políticos deben mucho a los paracos, y se paga con el silencio”.

“Mira, Daniel, que yo no descansaré hasta estar junto con mi hija. Lo que más quiero es volver a mi tierra, con los nuestros, y cuidar de Lorin y Rubén”.

“Usted, ¿qué hace acá? ¿Qué pasó?”

Ojalá nos alcance la vida.

“¿Qué pasó, Lorin? ¿Qué pasó?, dígame, dígame”.

“Mamá, nos encontraron. Me han seguido por meses, y me… me… me violaron. Y estoy preñada”.

Un calvario de más de catorce años. Esposo asesinado, hija violada y embarazada. Obligados al desplazamiento. La discriminación, la humillación, el desamparo del estado… Historias de vida que se repiten una tras otra. Uniformados y armados ilegales. Doctores de cuello blanco que juegan al poder y la corrupción sin ética, sin moral, sin corazón”.

“Eh, y aquí estoy, en medio de cemento y ladrillo, envejecida más de la cuenta. Con canas, cansancio y dolor en mis huesos. Normal por la edad y la vida que me han obligado a vivir. Pero con mucho conocimiento. Y, ¿sabe qué? Perdí el miedo, perdí el miedo a hablar en público, aunque vivo con él. Me dan ganas de llorar, y siempre se me quiebra la voz al recordar el día que sepultamos a Irina. Y le reclamo a la vida: ¿por qué? ¿por qué mi hija joven? Si el orden de la vida es que son los hijos los que tienen que enterrar a sus padres, y no los padres a sus hijos”.

(Canción) Ojalá nos alcance el camino, para juntos recorrer. Ojalá nos alcance la vida, que aún queda mucho por hacer…

ESCUCHA UNA CANCIÓN

Escucha la canción del enlace y contesta a las preguntas:

  1. ¿Qué sientes al escuchar esta canción?
  2. De los siguientes verbos que aparecen en la canción, di cuál te parece más importante en relación con la paz, y escribe una frase que explique tu elección:

          vivir, inventar, sentir, amar, construir, abrazar, reír, sembrar

  1. De los siguientes nombres que aparecen en la canción, di cuál te parece más importante en relación con la paz, y escribe una frase que explique tu elección:

          camino, perdón, destino, amor, sueños, el andar, vida

LETRAS DE LA CANCIÓN

Busco los sueños perdidos,

el pueblo aquel que dejé,

mi nido, mi nido,

busco la gente que amé.

 

Busco en rincones heridos

el tiempo para volver,

los años vividos,

busco los sueños de ayer.

 

Vienen los abuelos,

vienen las abuelas,

vienen los mayores

queriendo contar.

Cuentan del conflicto,

hablan que la guerra

todos los horrores

les hizo callar.

 

Vienen de montañas,

de selvas, de ríos,

vienen del olvido,

de la soledad.

 

Vienen con la fuerza

de sus voluntades,

buscando verdades

para perdonar.

 

Traen de equipaje

todos los recuerdos

de seres queridos

que no volverán.

 

Y en una bolsita

de esas transparentes

traen la esperanza

de ver en presente

un país en paz.

 

Ojalá nos alcance el camino

para juntos recorrer.

Ojalá nos alcance la vida,

que aún queda mucho por hacer.

 

Algo de vivir,

algo de inventar,

algo de sentir,

algo para amar,

algo a construir,

algo de abrazar,

algo de reír,

algo de sembrar.

 

Ojalá nos alcance el camino,

ojalá nos alcance el perdón,

ojalá nos alcance el destino,

ojalá nos alcance el amor.

Y ojalá nos alcancen los sueños,

ojalá nos alcance el andar.

 

Ojalá nos alcance la vida

para vivir una Colombia en paz.

 

TU TURNO

¿Cuál es la principal enseñanza a nivel personal a la que has llegado después de conocer la historia de Blanca?

En esta historia se mencionan diversas organizaciones y asociaciones, algunas de las cuales trabajan para la dignificación de las víctimas del conflicto colombiano. Te invito a que las conozcas más a fondo accediendo a información de Internet (mediante buscadores de información). ¿Te gustaría colaborar con alguna de ellas? Justifica y explica tu respuesta.

 

PARA SABER MÁS

Blanca Nubia Díaz fundó el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE

Puedes saber más de la vida de Blanca en los siguientes enlaces:

Podcast de la radio de la Universidad Nacional de Colombia

Noticia en PacifistaTV

 

 

 

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