COOL - Transcripción vídeo Espías de Internet

Fuente: Tecnonauta (https://www.youtube.com/channel/UCFOSg71CRAJ58IPuV_-jMbw)

Los servicios de Internet, muchos de ellos gratuitos, avanzan y hacen nuestra vida mucho más fácil, pero a cambio ¿no estamos hipotecando nuestro futuro?

Habrás oído hablar de la privacidad, el derecho de poder ocultar tu vida personal, un tema que se ha puesto a la orden del día a raíz de los acontecimientos que se destaparon recientemente. Aun así, muchos seguimos sin prestarle demasiada atención a este tema tan importante, pero puede que, al acabar de ver este vídeo, pienses de forma distinta.

El precio de lo gratuito. Cuando hablamos de privacidad es imposible no hablar de los dos gigantes de Internet: Facebook y Google. ¿Alguna vez pensaste cómo se ganan la vida estas dos empresas? Las dos nos ofrecen servicios gratuitos pero lógicamente recurren a la publicidad para poder sacarles rendimiento. Y una de las cosas que más buscan los publicistas es poder mostrar sus productos solo al público que les interesa. Es evidente que estos servicios no podrían existir sin esta fórmula, pero quizás el problema viene cuando se profundiza en ella.

Cuando los secretos ya no existen. Si nos centramos en estas dos empresas, solo hay que echar un vistazo a los servicios que ofrecen para entender la información que pueden obtener de nosotros. Con Facebook y Google+ logran conocer nuestras amistades; con Gmail y los mensajes de Facebook, nuestra correspondencia; con Calendar, nuestras tareas y citas; con Google Maps, a dónde estamos y hacia dónde vamos; con el Buscador, nuestros intereses; con Drive, nuestros archivos personales y proyectos laborales; y si a todo eso sumamos Android, tenemos un largo etcétera. De esta manera son capaces de conocer nuestra manera de ser, proyectos, gustos, temores y con todo esto son capaces de armar un perfil completo de cada persona e incluso de nosotros mismos como conjunto de la sociedad.

Seguramente ya sabías que muchos de estos servicios comparten tu información personal, pero puede que haya algunos otros que no tenías en cuenta. Y es que por más que nos neguemos a usar los servicios de Google, nuestros datos pueden estar comprometidos. Por ejemplo, si usas un cuenta de correo segura que no es Gmail, cuando les envías un e-mail a un amigo que sí lo tenga, ese correo quedará visible para Google. Es tal el conocimiento que Google llega a tener de nosotros mismos que, además de saber qué resultados ofrecernos en su buscador, es capaz de saber qué queremos comprar o hasta predecir el éxito o fracaso de una película antes de su estreno.
-Lo siento, cariño, tenemos que dejarlo... es que Google no le ve futuro a nuestra relación.

Elementos de escucha o de grabación activa. Dispositivos que continuamente nos escuchan o nos ven, como es el caso de Kinect de Xbox, las Google Glass o, por ejemplo, el nuevo teléfono Moto X: son dispositivos que podrían controlarnos las 24 horas del día y que sincronizarían los datos en Internet. Por lo tanto, además de las propias empresas, terceras personas podrían acceder a nuestra información privada y monitorearnos; por ejemplo, si compras la nueva Xbox con su cámara Kinect y no quieres que esté echándote el ojo en el salón de tu casa, tendrás que desactivarla.

Whatsapp. Esta famosa aplicación de mensajería guarda todas nuestras conversaciones en sus servidores y, lo que es más preocupante, al registrarte tienes que poner tu número de teléfono y dejar que importe todos los números de tu agenda; así que, en cuestión de segundos, tiene tus contactos en su base de datos.

Wifis abiertas. Tampoco debemos olvidarnos de la wifis abiertas, ese maravilloso servicio que nos dan algunos centros comerciales o establecimientos. ¿Nunca te has preguntado por qué nos regalan Internet temporal? Estos servicios pueden ser utilizados para saber exactamente dónde estás, qué zonas de la tienda recorres o dónde te paras a mirar. Ten especial cuidado con las redes abiertas desconocidas: son un excelente cebo para obtener tus datos personales e, incluso, financieros.

Verdaderos peligros. Dado que muchas de estas empresas cotizan en bolsa, no es descabellado pensar que algún día toda esta información pueda caer en manos equivocadas por la venta de las acciones de las mismas o incluso por el robo de los datos. De hecho, la Agencia de Seguridad de EE.UU., alegando la lucha contra el terrorismo, absorbe toda esta información para investigar personas, o incluso países, prohibiendo a estas empresas difundir a quién se está espiando. Más de una vez se dijo que quien controle la información, controlará el mundo; así pues, son capaces de saber cómo pensamos, predecir nuestras acciones o incluso, influir en ellas. La manipulación de cadenas de televisión, gobiernos y otras entidades existe, y su peligro es real. La historia misma lo demuestra: de hecho Hitler, mediante la propaganda, convenció a todo un país sobre la superioridad de su raza y la invasión a países vecinos. Si ahora, con lo que te comentamos, nos conocen tanto, ¿a qué se podría llegar? Quizás deberíamos conocer los intereses que hay detrás de cada medio y poner en duda todo lo que se nos dice, incluso lo que te decimos aquí.

Es evidente que Internet es una herramienta que nos permite progresar como sociedad de una forma mucho más rápida e integrada, nos da libertad de información y abre nuestra mente, pero toda herramienta tan potente como ésta tiene sus peligros y esto puede provocar que se convierta en una peligrosa arma si no es utilizada correctamente. Después de debatirlo entre nosotros, creemos que el mejor consejo es no entrar en paranoias, pero sí ser consciente de que el riesgo es real y que no puede ser subestimado. Así que la palabra clave es responsabilidad con el uso que nosotros damos a estos servicios y también exigírsela a los gobiernos y empresas que tienen acceso a ellos.

Nuestro deseo es que este vídeo se difunda y llegue a la mayor cantidad de lugares posibles y, así, entre todos busquemos soluciones que nos permitan seguir disfrutando de los avances tecnológicos, pero sin comprometer nuestro futuro.

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